24.10.10

Cuidando los pequeños detalles

Demasiada gente no se da cuenta de lo que tiene; simplemente porque lo tiene, ya está todo seguro... ahí más de uno se equivoca. Cada persona necesita su detalle, sus pequeños y sencillos detalles que hacen a una persona grande en lo que es y se le valora muchísimo más, tanto que hasta se le puede amar demasiado. Por otra parte, queda el tener a alguien al que le puedas ofrecer tus más sencillos detalles, tus virtudes, tus defectos; y aunque no lo parezca, en verdad tenemos mas virtudes que defectos pero somos, en general, tan pesimistas con nosotros mismos que sólo vemos defectos. El compartir es una cosa que se debe de cuidar; el querer a alguien se tiene que valorar aún más, estamos diseñados no sólo para hacer cosas sino también para amar y ser amados, y esto no es el típico rollo hippie, esto es simplemente de que nos valoremos nosotros mismos y valoremos lo que tenemos en el corazón, y así valorar a los demás; pero es que no nos paramos ni un segundo a pensar en lo que tenemos dentro del corazón, ni siquiera pensamos que es lo que ronda por ahí y lo que podemos sacar de él. Estas cosas como cuidar más tu corazón y tus detalles para con los demás, que algunas veces dañan y no somos cuidadosos con las otras personas por simple ego, son las que hacen a una persona grande en sí y hace que te sientas bien contigo mismo y con los demás. Cabe decir que no hay que comparar cariño con amor; pues el cariño a veces cansa, a veces agobia, a veces se pierde y, aunque el abrazarnos y darnos besos sea bueno para todos, no siempre tiene que darse, se tiene que dar en el momento justo; el amor por el contrario no cansa, ni se cansa, no agobia, y por supuesto siempre queda un resquicio que por minimo que sea siempre está, puede ser dañino y a la vez excitante... te tambalea de un lado para otro, hace que estés pendiente de una cosa y a la vez hagas otra, estás en un mundo fuera de lo común, y la cara se te transforma y se nota que cambias a más feliz. Pero insisto, si no hay detalles, poco podemos hacer para rasgar en lo profundo del corazón, para ello están las palabras: inherente emocional.

20.10.10

Lo siento por ilusionarme!

Como no... ilusionarme! después de varios meses sin sentir nada, hace poco volví a sentir algo. Me lo dijeron, que no me ilusionara; no es que sea malo, pero tiene su parte mala. Conlleva a observar, a retener lo que sientes sin poder hacer nada, bueno sí, pero ese es el miedo... pero no tienes que jugar todo a una carta que luego puede salir mal, no la carta sino la jugada, y esta vez es la jugada, es decir, lo que sientes. Hace tiempo me atrevía a decirlo, ahora me he acongojado como hace una época... no sólo esto es el resultado a una relación antigua, lo de mostrar mis sentimientos por miedo a que los dañen como hicieron anteriormente, pero prácticamente te sientes con miedo. Tengo miedo a que me hagan daño y que perdure, y me cree inseguridad. Por esta desilusión a veces te sientes mal o fracasado, pensando qué habrás hecho mal, en qué te has equivocado, qué ha podido fallar y te desconciertas de tal manera que le das miles de vueltas a la misma cosa hasta que encuentras la solución. Además tienes que tener cuidado con la otra parte, pues puede tener una idea incorrecta de tí o simplemente malas experiencias con relaciones anteriores, y por una sola palabra todo puede convertirse de claro a oscuro sin importar nada... y es aquí cuando viene la difilcultad, lo que tienes que sacar de verdad de dentro de tí y salir ahí fuera y enfrentarte por lo que tu corazón palpita... en este momento adrenalínico es cuando no te importa nada solo tener en tus brazos a la persona que quieres... pero como he dicho antes: Lo siento por ilusionarme!